Plan de Emergencia Familia Preparada

El Plan de emergencia Familia Preparada comprende las siguientes las acciones:

• Evaluar en familia cuáles son las fortalezas y ventajas de cada integrante para sacarles mejor partido a la hora de la catástrofe. Así se pueden asignar mejor las funciones de cada uno a la hora de una evacuación, tareas técnicas o de comunicación.

• Verificar de qué material está construida la casa, colegio o lugar de trabajo de los integrantes de la familia. también identificar lugares de protección alejados de ventanas y elementos que puedan caer. Anclar muebles al piso, muros o el cielo para que no se vuelquen durante un sismo.

• Identifica  llaves del agua, gas y sus respectivos cortes lo mismo para interruptores eléctricos y aprender en familia cómo cortarlos.

• Ojalá mantener una clara sintonía sobre la forma de comunicarse o dónde reunirse en caso de emergencia. A nivel cultural es sabido que los mensajes de texto u otras aplicaciones son las maneras más efectivas cuando todas las líneas están saturadas. Sobre el lugar de reunión también debe considerarse un sitio fácil de acceder y conocido por todos, a distancias que puedan hacerse a pie o bicicleta o casas de familia o conocidos.

• Cualquiera de las variables anteriores deben ser consideradas tanto se enfrenta un siniestro de día o de noche.

• Contar con un kit de emergencia y verificar mes a mes su estado, lo mismo para un stock de víveres de supervivencia junto a su ubicación más segura.

• Nunca está de más reiterar que ese kit básico consiste en una radio a pilas, linternas, botiquín y una tradicional agenda con números de teléfono e información relevante en estos casos como tipo de sangre de los integrantes de la familia, RUT y nombres. También fotografías para usar en caso de extravío de alguien. Recuerde que sin energía eléctrica difícilmente podrá recurrir al Facebook o un teléfono celular.

• Practicar un simulacro sencillo, también es una forma de crear este sentido de la vulnerabilidad y pensamiento práctico. Hacer de estas recomendaciones un hábito, haya o no ocasión de ponerlas en práctica después de un terremoto, incidirá a futuro en una cultura de la reacción oportunas ante cualquier emergencia.